Les cuento mi experiencia y como gané mi primer lugar en la escuela y como fui muy criticada por lo bueno que estaba haciendo.
Nunca había pensado en competir con demasiados estudiantes inteligentes en la escuela, siempre mi meta había sido sacar buenas calificaciones y sobresalir en todo.
Aproximadamente en el grado 7, empecé preparándome para poder sobresalir de los demás estudiantes. Mi familia siempre me apoyaba y me animaba para que yo no me pudiera rendir.
Hubo un día que yo dije “si no es por mí, será por mi familia”. Siempre ésa fue una frase especial y favorita para mí. Era muchas de las veces que me rendía fácilmente, porque lo sentía muy complicado, pero siempre me recordaba de mi frase y seguía adelante poco a poco.
Empecé super bien con mis estudios, le seguía y nunca me rendía hasta poder lograr lo que tanto quería.
Mis amigos veían que me esforzaba demasiado y me decían “No te mates haciendo cosas innecesarias que no lograrás nada, todo es una pérdida de tiempo”, y yo les decía “Yo me esfuerzo demasiado para poder lograrlo, y si ustedes no me apoyan yo amigos así no quiero”. Ellos se alejaron de mí, porque pensaba que yo estaba loca, porque me enfocaba más en los estudios y no tenía el tiempo necesario para salir con ellos.
Muchos de mis compañeros me criticaron, porque veían que yo le ponía ganas al estudio, y porque era la chica más mencionada en la escuela.
Los padres de familia también me criticaban porque pensaban que yo era la favorita de los maestros o porque ellos tenían preferencias.
Todas las críticas e insultos de todos, me desanimaron demasiado, y siempre me la pasaba llorando y diciendo “qué hice mal, por qué todos piensan lo contrario de mí. Yo solo quiero ser buena estudiante y poder sobresalir por mi misma. No hago nada malo para que todos piensen mal de mí”. Un día mi abuela me dijo “Hija, usted no ponga mente a lo que las demás personas digan de usted, haga lo suyo y siga adelante como lo esta haciendo. Verás que después de todo el esfuerzo vendrán las recompensas”. Las palabras de mi abuela fueron lo mejor que había escucha en mi vida, y por ella tuve mucha fuerza y coraje, y seguí adelante apesar de todo lo que decían de mí.
Mis maestros también me decían “Usted es muy inteligente y siga así, verá que todo el esfuerzo que usted hace, vendrá su gran recompensa”. Siempre les agradecía a mis maestros por aconsejarme y no dejarme que me rindiera. Yo seguía siempre en mi propósito, y cuando yo me empezaba a tratar de rendirme recordaba todas las palabras de las personas que me aconsejaban.
Después de todo el esfuerzo y desvelo, llegó el día de las finalizaciones de clases, todos estábamos nerviosos y ansiosos.
Los maestros empezaron a decir “No queremos escuchar malos comentarios, les queremos comentar e explicar que nosotros calificamos a alumnos que se esfuerzan mucho en sus trabajos y en clases. Nadie tiene preferencia en nadie”.
Yo sabía que no era la única que había salido bien, porque también habían otros compañeros que también se habían esforzado. Pero yo tenía en mente que estaba bien y que había hecho un buen trabajo.
Los maestros mencionaron el grado en el que yo pertenecia, y todos estuvieron muy nerviosos.
Empezaron mencionando al joven del tercer lugar, luego en seguida con el segundo lugar, y para mencionar el primer lugar dijeron “Esta alumna se lo merece porque todo el año ella se esforzó mucho, apesar de todo lo que ha pasado se lo merece”. Mencionaron mi nombre y mis nervios se aceleraron demasiado, también mis emociones, lloré de mucha alegría y de emoción.
Agradeci eternamente a Dios y también a mi familia por no haberme dejado sola en ningún momento. Tambien agradecí a mis maestros porque ellos también me dieron muchos consejos para no poder desanimarme.
Luego muchas de las personas que me habían dicho muchas cosas malas, me felicitaron y se disculparon por haber dicho cosas que no eran ciertas.
Las disculpé y les dije “No hagan comentarios innecesarios, porque jamás van a rendir a una persona que va en busca de su recompensa”.
Un frase para ustedes “NUNCA DEJEN DE LUCHAR POR LO QUE DESEAN
